Después de ganar una batalla fantástica con Dani Pedrosa y Rossi, decidió celebrar saltando al lago junto a la pista. Jorge pronto se dio cuenta de que usar un casco, cuero y botas no era propicio para un poco de braza y tuvo que ser sacado sin contemplaciones por los alguaciles, avergonzado, mojado pero aún victorioso en la tribuna. Tres años más tarde, la infame curva 13, la curva final en Jerez, fue nombrada en una ceremonia especial la curva de Jorge Lorenzo. Un par de días más tarde salió segundo en su propia esquina después de un poderoso encuentro con Márquez en una lucha por el segundo lugar.