Michele Alboreto consiguió una victoria inesperada ese día como hoy de 1983, ganando el Gran Premio de Detroit y aportando al equipo Tyrrell su máximo triunfo en la F1.
El piloto de 26 años aprovechó al máximo los problemas que sufrieron los coches turboalimentados más rápidos de Nelson Piquet y René Arnoux, pilotos de Brabham y Renault respectivamente.
Alboreto lideró a un trío de corredores de Cosworth, con Keke Rosberg de Williams y John Watson de McLaren completando el podio.
Y, por cierto, la carrera también supuso la victoria número 155 y última en la Fórmula 1 del legendario motor Ford Cosworth DFV.