La etapa 4 del Tour de Suiza Femenino brindó un final impresionante para la carrera por etapas alpinas, ya que solo cuatro ciclistas se liberaron de un grupo de 13 en cabeza cuando quedaban una docena de kilómetros en la ruta de 127,5 kilómetros. Elisa Longo Borghini (Lidl-Trek) neutralizó múltiples ataques del dúo Canyon-SRAM formado por Kasia Niewiadoma y Neve Bradbury en los últimos 10 km e intentó anticipar un último esfuerzo en el sprint en Champagne.
Una última chispa de la campeona italiana se quedaría corta para Demi Vollering (SD Worx-Protime), que ganó su tercera etapa en cuatro días y el título absoluto.
“Dejé mis pulmones en el camino. Tal vez algún agricultor pueda recogerlos y devolvérmelos”, bromeó Longo Borghini en la entrevista posterior al escenario.
Su equipo Lidl-Trek había corrido agresivamente, marcando un ritmo duro desde la primera subida del día y luego enviando a Brodie Chapman a una fuerte escapada. En la última subida, el equipo sacrificó a Gaia Realini para preparar el ataque de Longo Borghini.
“Realmente queríamos una carrera dura, y luego fue una especie de juego de póquer cuando se fue la escapada. Pero teníamos confianza en Brodie porque prácticamente ocupaba el tercer puesto, así que la dejamos ir», explicó Longo Borghini.
«Cuando SD Worx-Protime comenzó a perseguirnos, decidimos ir a fondo en la última subida con una ventaja completa de Gaia para mí. Todavía tenía a Brodie en el camino, y ella hizo un trabajo increíble para llegar a la escapada».
La joven de 32 años hizo todo lo posible para mantener unido al grupo de cuatro cabezas para un sprint, pero Vollering la adelantó a 200 metros del final. Por segunda vez en el Tour de Suiza, Longo Borghini terminaría segundo en una etapa detrás de Vollering y también segundo en la contrarreloj.
Cuando Bradbury terminó tercero ese día, Longo Borghini no superó al joven australiano en la clasificación general, terminando la carrera en tercer lugar de la general. No obstante, elogió a sus compañeros de equipo por ejecutar el plan del día.
“En la final, fue simplemente una ruleta, fue difícil mantener la compostura y Demi fue la más fuerte en el sprint. Pero hay que darle mucho crédito a mi equipo porque realmente corrimos muy bien. Mis compañeros estuvieron realmente al tanto, muchas gracias a ellos, fue una muy buena actuación de equipo”, dijo Longo Borghini.