Dentro de los vestuarios de DWCS durante una extraña cancelación

Kody Steele estaba a punto de no poder más cuando Sean Shelby le dijo que se quitara las vendas de las manos. Era la segunda vez que recibía esas instrucciones en una hora.

Los constantes picos y caídas de adrenalina y concentración resultaron en frustración seguida de un colapso y luego la aceptación de que, francamente, no había nada que pudiera hacer al respecto.

Steele (6-0), que tenía previsto pelear contra Quemuel Ottoni (12-3) en un combate de peso ligero el martes, llegó al vestuario y poco después le notificaron que la pelea había sido cancelada. Le quitaron las vendas de las manos.

Fue entonces cuando el encargado de hacer las parejas de peso ligero de la UFC apareció en el vestuario.

“Él me dijo: ‘Oye, la pelea ha vuelto’. Yo le dije: ‘Mierda’. Pasé de sentir que no iba a ir a pensar: ‘Oh, Dios mío, tengo que levantarme de nuevo’”, dijo Steele. “Pensaba: ‘Este tipo está jugando juegos mentales o haciendo trucos’. Me puse todo en forma, listo para ir. El hombre que corta me hace un vendaje de manos súper rápido y comencé a hacer crujir las almohadillas y a calentar. Boom, boom, boom. La pelea se acercaba. Faltaban como 10 minutos para que pudiera caminar. Pensé: ‘Mierda. Es mi turno. Mi turno. Vamos’”.

Fue entonces cuando le notificaron una vez más que la pelea se cancelaba, esta vez, para siempre.

«Amigo, ¿qué carajo?», recuerda Steele que exclamó.

Menos de 48 horas después de haber soltado ese improperio, la situación todavía le duele. Es 10.000 dólares más rico, pero Steele desearía haberse llevado a casa el «trofeo» que imaginó durante todo el campo de entrenamiento.

«Pensé que en este momento tendría un maldito contrato en la mano», le dijo Steele a MMA Junkie el jueves.

La retirada no fue una sorpresa total para Steele, en particular considerando que cinco de las seis reservas previas de Ottoni no se concretaron. Steele sintió que algo estaba pasando desde el momento en que los dos peleadores se enfrentaron en el pesaje el lunes.

“He competido tanto en lucha libre y jiu-jitsu que, a veces, es como cruzarme con alguien o la forma en que pisa el tatami cuando se acerca a él. Siento que puedo sentir la energía de esa persona y lo segura que está”, dijo Steele. “Este tipo me estaba dando mucha locura. Justo después de que hicimos los enfrentamientos, me acerqué a mis amigos y les dije: ‘Ese tipo sabe que va a perder. Está aquí literalmente para tener 15 minutos de fama. Después de que termine con él, terminará con esto. No volverá después de esto. Sabe que va a perder’”.

Quién sabe qué pensaba o sabía Ottoni, pero el instinto de Steele estaba en lo cierto. Ottoni, en el otro vestuario, estaba teniendo problemas.

“No me corresponde a mí intentar definir el tamaño del monstruo que vive en la cabeza de Quemuel ni emitir ningún juicio de valor”, escribió en Instagram el entrenador de Ottoni, Bruno Murata, tras la cancelación. “… Fue un día entero de mucha conversación y con gran dificultad logré convencerlo de que fuera al gimnasio. De hecho, se puso y se quitó los guantes dos veces. En la última casi llegamos a las manos. Por supuesto que yo también estoy frustrado. Fueron necesarios meses de duro trabajo, mucha dedicación y gastos económicos. Pero entiendo que la salud mental de Quemuel debe ser lo primero ahora. Por muy importante que haya sido esta pelea, esto es solo un deporte. Su vida y su bienestar son lo más importante”.

Durante casi un día, Ottoni no hizo comentarios sobre la repentina cancelación. Sin embargo, el miércoles, detalló que una pelea con ansiedad fuera de la jaula canceló su pelea dentro de la jaula.

“Terminé por no pelear ayer después de tener una verdadera crisis de ansiedad, adrenalina, congelarme un poco después de ver todo eso”, dijo Ottoni en portugués (traducido por MMA Fighting). “Verlo desde el otro lado de la pantalla es una cosa, pero estar allí y ver las cámaras, los autos e incluso la gente… Fue una mezcla de todo, la ansiedad, ver la cámara, ver al hombre cortado haciéndome las manos, la gente que más he visto, y eso es todo”.

El director ejecutivo de la UFC, Dana White, no se enojó con Ottoni, como muchos espectadores habituales podrían esperar. De hecho, felicitó a Ottoni por darse cuenta de que las peleas de nivel UFC podrían no ser para él.

“No estoy criticando al chico en absoluto”, dijo White. “Escucha, esto sucede. Te presentas aquí y es real. Vienes aquí y tienes un récord de 9-0 o esto y aquello, y luego el tipo con el que estás peleando también tiene un récord de 9-0, muchos de estos chicos ya tienen mucha publicidad sobre ellos. Llegas aquí y te das cuenta de que no es para ti. Prefiero que eso suceda aquí que en un evento de la UFC”.

Si bien no le tiene rencor a Ottoni como persona, Steele admite que la oportunidad perdida (debida totalmente a circunstancias fuera de su control) es una molestia innecesaria. También cree que la reputación que Ottoni tendrá en el futuro hace que no sea necesario que se sume a la competencia.

“Sinceramente, me siento un poco mal por él”, dijo Steele. “Va a tener que vivir con esto por el resto de su vida. Cada vez que este tipo quiera pensar en competir en algo, cada vez que quiera ponerse los guantes de boxeo, cada vez que vuelva al gimnasio, cada vez que vea la UFC, cada vez que me vea en la televisión, siempre le recordará el día en que llegó aquí y renunció y no lo hizo. No sé si tiene hijos, pero no es bueno”.

Steele, de 29 años, ha hecho mucho ruido durante sus primeras seis peleas de MMA, luego de una destacada carrera en el mundo del grappling. Uno de los competidores más esperados de DWCS programados para pelear esta temporada, Steele intentará mantener ese impulso el 8 de octubre cuando tenga otra oportunidad en el programa contra un oponente aún por determinar.

“Mi plan de juego para esta pelea probablemente será el mismo esta vez”, dijo Steele. “Solo tengo que concentrarme en mí mismo y en mi juego y, sea quien sea el oponente, me adaptaré un poco a él. Es un poco de motivación extra. Lo único en lo que estoy pensando es que tengo que hacer este maldito corte de peso nuevamente. Solo quiero que mi cuerpo esté bien”.