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El vestuario del Paris Saint-Germain se ha dividido en dos camarillas distintas luego de su reciente racha de malos resultados.
Los gigantes de la Ligue 1 han soportado un mes difícil en el que su temporada casi se derrumbó tras su sorprendente eliminación de la Liga de Campeones a manos del Real Madrid.
Ese resultado aumentó la probabilidad de una revisión importante este verano, y los resultados desde entonces solo han servido para reforzar la necesidad de un cambio en los próximos meses, sobre todo su fuerte derrota el fin de semana a manos de Mónaco.
Las tensiones en los vestuarios del Paris Saint-Germain empiezan a salir a la luz
La forma de la derrota ante un equipo que ocupaba el séptimo lugar en la tabla y 21 puntos por detrás de los líderes de la liga fue alarmante, pero los informes en Francia sugieren que la reacción dentro del vestuario plantea más motivos de preocupación.
De acuerdo a RMC Deportese han materializado dos campos dentro del equipo: uno que incluye a todas las estrellas sudamericanas y otro que incluye a los que hablan francés.
Las citas atribuidas a alguien cercano al equipo sugirieron que la tensión entre las dos facciones «estalló un poco» como resultado de su derrota en el Stade Louis-II.
Otro desarrollo fue la revelación de que ningún jugador aprovechó la oportunidad después de la derrota para abordar los problemas que el equipo había enfrentado en el campo.
Según el informe, ningún jugador intentó iniciar una inquisición sobre la dura derrota por 3-0 en Mónaco, con un silencio que prevaleció en el vestuario y en el viaje de regreso a la capital francesa.
Los informes en Francia sugieren que se han desarrollado dos grupos: sudamericanos y francófonos.
Un tema recogido para ilustrar la falta de unidad dentro del equipo fue la diferencia de actitud que muestran los jugadores cuando ciertos individuos reciben faltas en el campo.
La diferencia el domingo entre la reacción de los compañeros cuando le cometieron una falta a Neymar -acción que provocó que varios jugadores rodearan a los árbitros- y cuando, por ejemplo, le cometieron una falta a Achraf Hakimi, fue notable.
Se informa que Hakimi tiene una fuerte relación con Kylian Mbappe, quien ha sido fuertemente vinculado con una salida del club este verano.
Deja al jefe Mauricio Pochettino con la difícil tarea de unir un vestidor fracturado en un intento por completar una temporada que está prácticamente terminada. Con el club ya eliminado de la Copa de Francia, todo lo que queda es hacerse con el título de liga, con una ventaja de 12 puntos sobre el Marsella, que ocupa el segundo lugar, aún intacta.
El propio Pochettino también tiene un futuro incierto en el club. Hablando después de su derrota ante el Mónaco el fin de semana, el argentino dijo: «Estamos en una situación en la que tenemos que preguntarnos con el club y encontrar la mejor manera de ayudar al PSG».
«Varias personas están involucradas en un club como el PSG, por lo que tenemos que encontrar ideas y visiones comunes».
Deja al jefe Mauricio Pochettino con un trabajo duro para volver a unir el vestuario