El crecimiento del fútbol femenino es inatajable y la FIFA lo ha entendido así, al ampliar el espectro y elegir la sede de la próxima Copa Mundo Femenina de mayores.
En el congreso de la entidad en Tailandia ha asignado el Mundial Femenino 2027 a Brasil, país que se impuso ante la candidatura conjunta de Bélgica, Países Bajos y Alemania.
La elección obedece al gran crecimiento de la disciplina en este lado del mundo y a la voluntad expresa de promover que cada día más chicas se dediquen al fútbol y puedan tenerlo como una profesión.
El éxito de la del Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023, que obtuvo un récord de 570 millones de dólares en ingresos comerciales, ilusiona a Brasil, que será el primer país suramericano en acoger una cita de esta magnitud en el fútbol femenino.
El presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues, celebró la decisión de la FIFA: “es una victoria para el fútbol latinoamericano y para el fútbol femenino en América Latina”. Sin duda es una revancha para el país, que no logró superar la fase de grupos en la Copa de 2023.
La candidatura de Brasil se apoya en 10 estadios que se usaron en el Mundial masculino de 2014, incluyendo al Maracaná para el partido inaugural y la final. Nadie quiere pensar en que puede ser un mal presagio ser la sede, visto lo visto hace diez años cuando Alemania y argentina disputaron la final de hombres. Ellas esperan no decepcionar.