El fútbol femenino en Colombia ha sido materia de investigación por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) desde septiembre del año pasado. Y el proceso sigue abierto.
Las pesquisas obedecen a la sospecha de la SIC por una presunta intención de “obstaculizar la promoción y el desarrollo del fútbol profesional femenino” por parte de los entes directivos a cargo y, aunque la Dimayor y la Federación colombiana de Fútbol (FCF), en representación de 29 clubes, hicieron los debidos “ofrecimientos de garantías” , para la entidad no sería todavía suficiente.
La Superintendencia entiende que las medidas propuestas no modifican de manera suficiente las presuntas conductas que afectan a la disciplina y por eso anunció, en un comunicado emitido este lunes, que seguirá investigando las presuntas conductas fuera de las normas para interponer, en el peor de los casos, una sanción ejemplar.
¿Qué investiga la SIC?
La entidad, en su comunicado oficial, aseguró que investiga posibles irregularidad en la estandarización de cláusulas fundamentales en los contratos laborales para las jugadoras (duración y derechos de imagen) y presuntos acuerdos sobre valor de contratos con topes salariales y tabla de salarios.
Además intenta establecer la motivación para la renuncia a usar y/o recibir los recursos que ofrece el Gobierno Nacional para la promoción y el desarrollo del fútbol femenino en país, además de la transmisión de los torneos organizados para la Liga Profesional Femenina en condiciones perjudiciales comparadas con el fútbol masculino.
Asegura que las ofertas y promesas de Dimayor y la FCF «no eran efectivos para suspender o modificar la totalidad de los comportamientos investigados», que la promoción de la disciplina y la protección de la competencia no se ajustan a los términos legales y que las medidas previstas no solucionan los problemas estructurales de la Liga Femenina.