La Plaza Alsina es el pulmón de Villa Sarmiento, lugar que amaneció radiante este jueves. Aunque no parece que haya cambiado mucho la vida de la gente si nos llevamos por la actividad de este barrio de casas bajas en el partido de Morón. No hay bancos ni hipermercados. Sí hay una heladería, la regalería de la calle Chile, el viejo restaurante de la esquina y mucho orgullo.
En esta misma plaza se juntan los hinchas de River o Boca de la zona cuando sus equipos juegan de locales para ir en caravana a los estadios. Pero hoy no se trata de los grandes, sino de un chico que se hizo gigante, Central Español, el club de la otra cuadra que metió el batacazo de su historia al ganarle a Tigre para pasar a los impensados 16vos de la Copa Argentina.
Copa Argentina – 9-2-2023
Centro Español, el club de barrio que hizo historia
Vaya que son grandes Los Gallegos, 88 años tienen desde su fundación. Sin embargo, no esperen una institución sobre un predio amplio o ver su cancha de fútbol ya desde la calle. Central Español, en realidad, y como corroborará su presidente Daniel Ledesma, es un «orgulloso club de barrio con fútbol de AFA y gente que trabaja ad honorem«.
Mientras Olé espera que el dirigente le baje la persiana a su taller de chapa y pintura y llegue al club que dirige desde hace 13 años, los chicos pasan la puerta para ir a la colonia, aprovechando una pileta cuyo techo resiste más que los dos que se volaron por sendas tormentas. Al ladito nomás, está la cancha de básquet, hoy con un piso de parquet brillante y envidiable que -usa Racing- reemplazó al de cemento de hace años.
Centro Español – 9-2-2023
La historia de la cancha de Centro Español
En una época hubo una promesa de construcción de la cancha de fútbol cerca del Hospital Posadas, aunque ésta no se cumplió. De hecho, el club tuvo su terreno donde era casa Tía y hoy es Makro, en Haedo, pero lo cedió a cambio de la mencionada construcción que nunca se dio. Ahora el proyecto ya comenzó para tener una propia cerca de la salida Derqui de la Autopista del Oeste (está el piso nivelado, el alambrado perimetral; falta la parte edilicia). Mientras tanto, y para debutar en la D el 18 de marzo, se la alquilan a Ituzaingó y practican en el Sitas, que les cede parte de su terreno del Palomar.
Además de fútbol 11, futsal y baby, el club ofrece básquet, patín artístico, taekwondo más natación y waterpolo cuando no hay colonia. También se agregaron zumba y ajedrez. Hace unos años, gracias a una remodelación a gran escala, sumaron canchas de pádel; lo más nuevito es el gimnasio que queda justo a la entrada de la sede en la calle Estanislao del Campo 989.
Centro Español y la N° 5
Pero de fútbol se trata hoy, y de un equipo que no era tal hace un par de semanas y pico. Porque del plantel anterior quedaban siete jugadores y hubo que hacer un «trabajo titánico, incluso hace unos años ninguno quería venir a Español«, confiesa Ledesma, para convocar a más players.
En la sede se habla de la hazaña, incluso hay parte de los 400 hinchas (familias, en realidad) que estuvieron en la tribunal del Gallo. Todavía se pellizcan. ¿Están los héroes? Noooo. «La mayoría fue a trabajar, no podés vivir con los viáticos de la D», afirma Ledesma. El premio para ellos fueron, todavía en el vestuario, unas pizzas de muzzarella.
Centro Español – 9-2-2023
¿Qué hicieron los jugadores de Centro Español después de ganarle a Tigre?
La mayoría fue a trabajar, no podés vivir con los viáticos de la D (Ledesma, sobre los jugadores, este jueves).
Centro Español – 9-2-2023
El fútbol de Centro Español
El alma del Español, corazón de Villa Sarmiento, es el fútbol, porque cambió. «Empezamos a buscar gente que quisiera venir. Antes agarrábamos la resaca, técnicos que te prometían cosas, y al no conocer pagamos el no saber. Pero encaramos un proyecto nuevo con cinco pibes, de los que hoy queda Diego (Herrero, el DT)», analiza Ledesma.
Antes agarrábamos la resaca, técnicos que te prometían cosas, y al no conocer pagamos el no saber (Ledesma).
A modo de despedida, Olé pregunta (en broma), si va a cambiar el auto tras el triunfazo. Respondió el presidente: «Ni el auto ni la forma de pensar, tenemos los pies sobre la tierra. Ganamos un partido, sí, pero ahora hay que seguir«. Los autos lo esperaban en el taller de Villa Luzuriaga, tenía varios para arreglar.